viernes, 27 de junio de 2008

VISITA

www.nobabel.com.mx

DOGMA

Por eso fue llamado el nombre de ella Babel,

porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra,

y desde allí los esparció por la faz del planeta.

Génesis 11:9




DOGMA

O los fundamentos capitales de una ciencia

exacta (pero escurridiza) llamada publicidad.

NoBabel es una negación. Es nadar a contracorriente de la confusión y la falta de comunicación.

Esta tarea tiene un objetivo que es arduo, pero que es simple: Lanzar un mensaje que atrape, que convenza, que provoque, que seduzca. Que nunca deje indiferente.

La rutina también es incomunicación, por eso buscamos nuevos caminos. Tiramos anzuelos, contamos historias, creamos sucesos, todos atractivos y todos infalibles. Dudamos de lo ordinario porque creemos en lo extraordinario.

Queremos explotar la curiosidad, esa que es la más fuerte de las debilidades humanas. Queremos abrirle el apetito y luego saciarlo, y llevarla por todos aquellos caminos que nos hacen pensar, o aquellos que nos hacen soñar. O ambos.


UNA FÓRMULA QUE NO ES LEY

(PORQUE LUEGO SE HACE RUTINA)

Actuamos dependiendo de las necesidades específicas de nuestros clientes, así que utilizamos determinadas herramientas para efectos precisos.

Estas son algunas de las armas de las que nos valemos para poder crear mensajes sólidos, perdurables y contundentes.

Creatividad +

Marketing +

Central de Medios +

Relaciones Públicas +

Diseño +

Multimedia 3D +

Producción Audiovisual =

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COMUNICACIÓN DIFERENCIAL




LO QUE NO HACEMOS

Las ideas florecen en la frescura

y se marchitan en la repetición.

-No hacemos, nunca, lo que el cliente quiere, sino lo que la marca necesita. Y en ello siempre está de acuerdo el cliente.

-No hacemos publicidad tradicional.

-No hacemos anuncios, creamos ideas.

-No hacemos lo que la gente espera.


LO QUE SÍ HACEMOS

El amor es corto, el olvido es largo.

El único antídoto es la eterna sorpresa.

Lo que sí hacemos es crear diálogos. Entre las marcas y los consumidores.

Porque sabemos que los diálogos son mejores que los mandatos. Con los diálogos, la gente se conoce, se toma confianza y hasta se enamora. Y lo que queremos es que los consumidores se enamoren de las marcas.

Les damos un rostro a las marcas, una identidad. Podemos crear la forma de ser, de caminar y de hablar de una marca.

Lo más caro para una marca es justamente no crearse una identidad y, peor aún, es ser ignorada.

Queremos poner a nuestras marcas en este camino que conduce a la sorpresa.